Durante siglos el río ha sido en el Pirineo el único medio para dar salida a la abundante riqueza forestal de sus valles y de sus gentes. Árboles que quedaron convertidos en balsas, maderistas que quedaron convertidos en navegantes, bosques que quedaron convertidos en recursos económicos. Para todo ello hizo falta unos conocimientos y unos saberes que ahora recopilamos y exponemos en las páginas de este libro… porque no tenemos derecho a dejarlos perder. 
Almadías y almadieros, que son ya Patrimonio de la Humanidad, siempre en nuestro recuerdo.